¿Por qué está prohibido subir a la pirámide de Chichén Itzá y qué pasa si lo hago?

México fue un importante centro de origen que vio nacer a diferentes culturas y civilizaciones, siendo la Olmeca, considera como la madre de todas las culturas.

Sin embargo, en el sureste del territorio mexicano, predominaban los mayas, dejándole al mundo no solo su cultura y gastronomía, sino también, una de las más legendarias zonas arqueológica, la Ciudad Maya de Chichén Itzá, Patrimonio de la Humanidad declarada por la UNESCO desde 1988 y Maravilla del Mundo desde 2007.

Chichén Itzá se localiza al oriente de Yucatán, por la carretera a Cancún, a 120 km. de Mérida. La región en la que se encuentra esta zona arqueológica, cuenta con una belleza natural impresionante, gran cantidad de flora y diversidad de fauna.

Además de ello, en el sitio se pueden encontrar imponentes cenotes (dolina inundada de origen kárstico), como es el caso del Cenote Sagrado, considerado como el corazón de las actividades religiosas de toda la zona maya, de acuerdo con un artículo.

En su época de gloria, la ciudad de Chichén Itzá fue considerada como la más poderosa de la península de Yucatán, sobresaliendo como centro cultural y políticos.  Hoy en día, esta zona arqueológica es uno de los mayores destinos turísticos del país, siendo visitada a diario, por miles de personas provenientes de todas partes del mundo.

En los últimos meses, algunos turistas han generado descontento entre los visitantes, al decidir violar los cordones de seguridad que impiden el paso a las pirámides, y es que, en la actualidad está prohibido ascender a ellas.

¿Por qué está prohibido el ascenso a las pirámides en Chichén Itzá?

Con la finalidad de resguardar y conservar en óptimas condiciones una de las siete maravillas del mundo moderno, las autoridades prohibieron el ascenso a las pirámides desde el 2008, tan solo un año después de estar dentro de esta selecta lista de los monumentos más imponentes y bellos.

Recordemos que por el tiempo que tiene esta zona arqueológica, además de agentes ambientales como lluvia, polvo y viento, hace de las pirámides estructuras fáciles de dañar.

Sin embargo, a pesar de contar con una zona acordonada, turistas deciden burlar esta seguridad, subiendo para asombro del resto de los visitantes, que en vez de aplaudir e imitar su acción, dejan ver u inconformidad, generando discrepancias entre los presentes. Pero el Gobierno de México, ante la recurrencia que ha tenido en los últimos meses, busca endurecer las reglas.

¿Qué pasa si alguien decide subir a las pirámides?

Las personas que han decidido subir a las pirámides, se les baja y escolta a la salida, impidiendo que sigan con su recorrido. Además, la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, en su Capítulo VI, establece las penas y sanciones contra quienes dañen o exploten monumentos arqueológicos inmuebles, sin contar con autorización del INAH.

De acuerdo al artículo 55 de dicha ley, la sanción por subirse a la pirámide ronda desde los 100 pesos hasta los 50 mil pesos mexicanos.

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