Cáncer podría ser combatido con medicamentos antiguos australianos.
La Botánica es una rama de la Biología que, aunque se ha delimitado mucho desde que las bacterias fueron entregadas al estudio de otras áreas, ha contribuido con grandes avances en la medicina.
Desde la antigüedad han existido remedios naturales que protegían la salud de las personas antes de la llegada de la medicina, esta información fue almacenada en códices que a la fecha no contamos con toda su información.
De hecho muchas de las plantas existentes tienen moléculas o metabolitos con funciones que aún son desconocidas para el conocimiento humano, algunas de ellas son estudiadas actualmente por investigadores para determinados fines y de vez en cuando alguna llega a mostrar ciertos efectos que pueden ser benéficos para la salud de las personas.
El presente estudio se remonta a la planta del desierto autraliano Eremophila galeata, cuya resina ha prolongado el avance del cáncer en el colon.
La planta es descrita como arbustiva y tiene hojas pegajosas donde se encuentra resina con efectos tan impresionantes.
La mencionada resina, nombrada comúnmente como amante del desierto, presentó entre sus compuestos una molécula que cambia la jugada del cáncer al desactivar la defensa que tiene ante las quimioterapias.
Esta planta fue utilizada por miles de años por aborígenes a manera de cataplasma para heridas cutáneas e incluso se llegó a utilizar de modo poco común, como cigarro y era fumado para mejorar la salud.
Una de las preocupaciones actuales del cáncer es que ha optado por mecanismos que evaden la respuesta inmune y, no sólo eso, sino también los fármacos utilizados para su tratamiento, por ello los remedios naturales serían una estrategia impresionante para combatir el cáncer de colon.
Moléculas conocidas como flavonoides presentan una acción increíblemente específica que facilita la acción del fármaco de las quimioterapias en las células cancerígenas, aunado a los grandes beneficios que podría traernos el uso de esta especie se muestra un problema bastante grande.
El conocimiento en la herbolaria que muchas veces fue ignorado por la cultura occidental exhibe el gran desconocimiento de muchos de los compuestos que podrían tener algunas de las plantas que bien han sido utilizadas desde hace mucho tiempo, por ello se podría estar ingresando a un complejo problema ético, ya que difícilmente se estaría reconociendo el conocimiento de aquellos que nunca fueron tomados en cuenta.
En el estudio es bien mencionado que en caso de que cualquier particular buscase probar suerte y desarrollar productos a base de esta especie, tuviera muy en cuenta el origen de este conocimiento que ahora gracias a esfuerzos científicos se comienza a reconocer su valor y las funciones que puede traer en beneficio de la calidad de vida humana en el mejoramiento de las terapias anticancerígenas actuales.
La información fue publicada en Biomoléculas.