El 95% de la superficie marina podría desaparecer para el año 2100, según un nuevo estudio

Como es bien sabido estamos inmersos en una crisis medioambiental, en la cual nos vemos responsabilizados debido a nuestro incremento en emisiones de gases de efecto invernadero, causando además de daños por contaminación a una escala ecológica, un incremento en la temperatura de todo el planeta.

Este problema tiene mayor trasfondo del que se le atribuye, ya que las condiciones de temperatura son determinantes en los ciclos biológicos y biogeoquímicos alrededor del mundo y si esta se ve alterada, es que comienza la pérdida de especies terrestres y marinas, dando lugar a ecosistemas vacíos y sin vida prolífica. 

En los ecosistemas marinos se experimenta un calentamiento y acidificación por un aumento en el dióxido de carbono en la atmósfera, la acidificación poco a poco va disgregando los carbonatos de calcio de los corales y de otros animales que coexisten en el hábitat, por lo que al perder estos componentes, tiende a desaparecer la vida en ellos, dejando únicamente el esqueleto de los mismos y es lo que reconocemos como el blanqueamiento de los corales.

Los corales cumplen con una función fundamental al proteger las costas de la erosión por los embates de las olas y marejadas, además de ser el hábitat de distintas especies marinas, siendo muchas de ellas utilizadas para consumo humano, por lo que la pérdida de estos significaría una catástrofe a nivel ecosistémico sin precedentes si no se llegase a desacelerar la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero y por ende el calentamiento global.

En un estudio publicado el jueves pasado en la revista Nature Scientific Reports, se elaboró una proyección sobre cómo es que se verían afectados estos ecosistemas en los próximos años. Los autores catalogan 3 períodos de tiempo; el primero de 1795-1835, el segundo de 1965-2005 y por último de 2065-2105, esto con el fin de conocer cuáles han sido las afecciones en los distintos períodos de tiempo y cómo podrían suscitarse en un futuro no tan lejano bajo ciertas condiciones.

Posteriormente, se realizaron dos modelos para calcular cuál sería el grado de afectación en los próximos años, de acuerdo con los posibles escenarios que pudieran presentarse; en el primero, denominado RCP 4.5, el autor nos menciona que este significa: “escenario de respuesta de emisiones de “estabilización” donde las emisiones alcanzan su punto máximo en 2050, seguido de por aumento lento”, mientras que en el segundo escenario, o RCP 8.5, nos muestra “en el peor de los casos, escenario de “negocios como siempre” donde las emisiones alcanzan su punto máximo en 2100, seguido de un aumento lento” y por ende un mayor impacto en las condiciones de los ecosistemas al no haber una desaceleración de las emisiones sino hasta 50 años posteriores.

Bajo estas premisas, el autor nos presenta los siguientes resultados: “se proyecta que una proporción sustancial de la superficie del mar experimente un grado de desaparición global de moderado a extremo entre 2000 y 2100 bajo RCP 4.5 y RCP 8.5. Por 2100, entre 35,6% (RCP 4.5) y 95% (RCP 8.5) de la superficie del mar se predice para experimentar un grado extremo de desaparición mundial”, esto de acuerdo con los datos obtenidos en su estudio y las proyecciones arrojadas.

La información ha sido publicada en la revista Nature Scientific Reports

Brandon Córdova

Redactor de ciencia para Enséñame de Ciencia y comunicador científico en Somos Cosmos. Estudia Ingeniería Ambiental en la Universidad Privada del Norte (UPN).

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