La luna tiene enormes cantidades de oxígeno, mira por qué no podemos respirarlo.

La Luna ha sido nuestra leal compañera desde hace millones de años, es nuestro satélite natural y juega papeles importantes dentro del sistema terrestre.

Se encarga de controlar las mareas y, gracias a la fuerza con la que atrae a la Tierra, logra estabilizar el eje de rotación de esta.

Hace ya muchos años antes de las misiones a la luna se cuestionaba mucho la composición de la misma y si esta contaba con las características necesarias para poner vivir sobre ella.

Actualmente con la llegada de los avances espaciales nos parece más viable pensar en la utilización de nuevos recursos presentes en el espacio para un futuro no tan lejano, por ejemplo, sonaría futurista pensar en un equipo capaz de convertir todo el oxígeno presente en una forma más digerible del mismo y poder respirar a pesar que nos moviésemos a cientos de kilómetros de donde se originó nuestro sistema dependiente de esta molécula.

Si bien la luna no presenta una atmósfera basta y rica en oxígeno como la de la Tierra, esta es mucho más angosta y se compone especialmente de compuestos hidrogenados, neón y argón.

El oxígeno en la Luna no se encuentra en la atmósfera, aunque este puede ser encontrado en inmensas cantidades, la realidad es que está formando parte de otros compuestos y no se encuentra libre y en forma molecular como en la Tierra.

En la Luna los componentes que portan oxígeno en grandes cantidades son conocidos como regolito y la capa de polvo fino que se posa sobre la superficie lunar, este conjunto de arenas ostenta oxígeno en cantidades suficientes para mantener con vida familias enteras durante un período de tiempo considerable.

En los estudios realizados a nuestra querida Luna también se ha identificado la existencia de minerales como la sílice, el aluminio y los óxidos de hierro y magnesio, siendo del mismo modo portadores de oxígeno, sin embargo estos no se encuentran en una forma asimilable por nuestros pulmones.

A pesar de que los compuestos presentes en la superficie lunar fueron depositados por meteorizaciones constantes que ha sufrido nuestro satélite, esto no considera que se le pueda denominar como suelo a su superficie, ya que el suelo se compone y sobrevive por acciones interespecíficas que mantienen al suelo conectado y de cierto modo vivo, mientras que el regolito de la luna es un conjunto de compuestos en su forma más inerte.

Es posible que casi la mitad del regolito en la superficie lunar se componga de oxígeno que se encuentra unido mediante enlaces a otras moléculas y que puede ser liberado con tecnología con la que ya contamos.

El reto de este trabajo no será el descubrimiento de nuevas tecnologías, ya que actualmente ya se cuenta con la maquinaria para realizar las funciones requeridas, sin embargo, será necesario priorizar la manera en que esta sea manipulable fuera de la Tierra y podamos contar con la energía suficiente para manejarla.

“La tecnología de utilización de recursos espaciales (SRU) permitirá una mayor exploración y ocupación del espacio por parte de la humanidad. La producción de oxígeno en la Luna es uno de los primeros objetivos de SRU”, afirman los investigadores, al referirse al futuro de la tecnología espacial.

 

La información fue publicada en Planetary and Space Science.

Brandon Córdova

Redactor de ciencia para Enséñame de Ciencia y comunicador científico en Somos Cosmos. Estudia Ingeniería Ambiental en la Universidad Privada del Norte (UPN).

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