El pelaje de los pandas tiene una función importante en sus vidas.

Los pandas gigantes (Ailuropoda melanoleuca) son una especie de osos de gran tamaño que si bien muchos de ellos se encuentran bajo resguardo en guarderías y zoológicos en diversas regiones del mundo son un tipo de oso de comportamiento sociable y juguetón.

Por lo general, se alimentan de bambú y algunos frutos, además tienden a ser muy curiosos y son uno de los animales preferidos por las personas por su forma de ser tan simpática y sus clásicos colores blanco y negro.

Se puede pensar que su pelaje únicamente los hace ver más simpáticos y que realmente no tuviera función alguna, sin embargo estudios recientes nos indican que sus característicos colores tienen más que sólo estética.

Su misterioso pelaje fue fotografiado en la vida salvaje por el investigador Ossi Nokelainen y su equipo de trabajo, los cuales al analizar las imágenes captadas, se dieron cuenta de que “el pelaje negro se mezcla con tonos oscuros y troncos de árboles, mientras que el pelaje blanco combina con el follaje y la nieve cuando está presente, y los tonos de pelaje intermedios combinan con las rocas y el suelo”, esta observación hizo un cambio tremendo en la forma en que se percibían los colores de este tierno animal.

La hipótesis, que en muchas ocasiones llegó a parecer contradictoria, que dice que su pelaje podría de algún modo protegerlo al darle un camuflaje natural dentro de su entorno parece haber sido comprobada, lo cual es observado en las fotografías tomadas por uno de los coautores del estudio, el investigador FuWen Wei.

Los investigadores mencionan que “a distancias de visualización más largas, los pandas gigantes muestran una alteración del borde alto que rompe su contorno y, de cerca, confían más en la coincidencia de fondo”, reafirmando la observación de cómo estos especímenes son capaces de “esconderse” al andar en condiciones naturales.

Los resultados obtenidos en este trabajo revelan de manera cuantitativa como los colores presentes en el panda gigante van acorde a los tonos frecuentes que pueden llegan a darse en otros animales que imitan de cierto modo a la naturaleza vegetal o inerte a su alrededor, combinando tonos tenues en un paisaje donde los colores llamativos son los que reflejan mayor luz como los rojos, azules y amarillos.

Si bien, no es un estudio novedoso, ya que desde hace muchos años se ha considerado la idea de que los animales tienden a “perderse” dentro de su ambiente, sin embargo la icónica y controversial figura del A. melanoleuca o panda gigante, ante toda creencia ha refutado la hipótesis que desmiente que el panda no pueda hacerlo del mismo modo.

Asimismo, hace interesante echar un vistazo a este adorable animal y la forma en que su naturaleza le pudo haber ayudado a sobrevivir, así como recordar muchas de las hipótesis que por muy absurdas que pudieran parecer, posiblemente dentro de unos años estas se vuelvan parte de nuestro conocimiento.

 

La información fue publicada en Scientific Reports.

Brandon Córdova

Redactor de ciencia para Enséñame de Ciencia y comunicador científico en Somos Cosmos. Estudia Ingeniería Ambiental en la Universidad Privada del Norte (UPN).

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