Antidepresivo de bajo costo disminuye el riesgo de padecer COVID-19 grave.

Desde el inicio de la pandemia por SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, han sido afectadas más de 240 millones de personas y, lamentablemente, varios millones de ellas han fallecido. Debido a la gravedad de la contingencia sanitaria, se pusieron en alerta las autoridades correspondientes de los países del mundo que a su vez han implementado en su sistema de salud medidas rigurosas de contención para salvaguardar la vida de las personas.

Actualmente las investigaciones al respecto han ido en aumento, de modo que con la creación de vacunas y tratamientos para contrarrestar los síntomas, hemos llegado a una comprensión más amplia de los mecanismos que subyacen dentro de esta enfermedad, de modo que día con día se suman esfuerzos por tener mejores formas de prevenir y tratar a este patógeno.

Inicialmente los medicamentos que sin mayor profundidad en su investigación fueron utilizados para tratar los malestares por la COVID-19 fueron la hidroxicloroquina y la ivermectina, los cuales sin tener un respaldo del todo médico y científico fueron utilizados por mera esperanza en poder encontrar una mejoría en los familiares de las personas.

Actualmente un medicamento utilizado para dar tratamiento al trastorno obsesivo compulsivo se ha visto implicado en la reducción de hospitalizaciones y por ende de complicaciones por la COVID-19.

Científicos estudiaron los efectos antiinflamatorios de la Fluvoxamina, que a la fecha ha mostrado resultados prometedores, al confirmar que de 1,500 pacientes que fueron tratados con placebos y Fluvoxamina, fallecieron quienes consumían el placebo, mientras que de cada 12 sólo 1 que consumió Fluvoxamina murió, lo cual nos muestra la importancia del medicamento aún en etapas muy desarrolladas de la enfermedad.

Se ha recalcado que la dosis con la cual se debe suministrar el medicamento aún está en debate, ya que de los 1,500 pacientes algunos tuvieron que suspender el medicamento por dificultades que ocurrieron al consumirlo.

De igual manera, remarcan que sería importante conocer cómo es que este podría actuar en pacientes que ya se encuentran vacunados, ya que la investigación actual comprendió únicamente pacientes sin vacunar.

Los resultados obtenidos por este medicamento, más allá de promesas, nos dan pauta a pensar en medicamentos aplicables en tratamientos más afines y acordes a una terapia antiinflamatoria, que reduzca los estragos generados por la infección en su etapa más grave, y obtener efectos oportunos para el paciente.

Finalmente es oportuno mencionar que el precio de este medicamento oscila los 4 dólares estadounidenses y gracias al manejo que se le ha dado desde hace 30 años para tratar el trastorno obsesivo compulsivo, contamos con una mayor información al respecto y nos da mayor confiabilidad con respecto de los que no se tiene una información del todo concreta en el tratamiento de la COVID-19.

 

La información fue publicada en la revista The lancet.

Brandon Córdova

Redactor de ciencia para Enséñame de Ciencia y comunicador científico en Somos Cosmos. Estudia Ingeniería Ambiental en la Universidad Privada del Norte (UPN).

Deja un comentario

%d