Cannabis es utilizada para elaborar productos con efectos antidepresivos bastante prometedores.
Actualmente los tratamientos a los problemas de salud han sido más relevantes que nunca, incluyendo los que involucran la integridad mental de la persona.
En la población existen condiciones y trastornos que lejos de representar un simple estado de ánimo son un problema real que se manifiesta como un episodio más de lo que se desarrolla como una afección fisiológica que no se va únicamente con “mejorar” la forma de pensar, sino que conlleva cambios a nivel anatómico involucrados en el malestar de la persona que lo llevan a padecer de cambios en su comportamiento y en la percepción de las emociones al no tener un control de su psique.
La ansiedad y la depresión han sido condiciones bastante comunes en la actualidad, más no normales, resulta que si bien la ansiedad puede presentarse, de manera leve, en situaciones estresantes como el hablar en público o realizar un examen, la depresión va más allá que eso, ya que es una condición anormal en la persona, que básicamente provoca un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar las actividades cotidianas.
Los tratamientos asociados al bienestar de la persona en este ámbito han ido perfeccionándose de modo que actualmente las terapias van de la mano con los fármacos apropiados para tener una mejoría más evidente.
Estudios actuales que buscan indagar sobre los trastornos mentales y posibles vías de tratamiento han puesto la mira sobre la Cannabis como una posible fuente antidepresiva que lejos de involucrar fines recreativos podría ser utilizada para fortalecer el estado mental de las personas.
En un estudio publicado el pasado 9 de septiembre, se trabajó con 368 consumidores de Cannabis y se les aplicó una encuesta para evaluar su salud en general, lo cual fue comparado con un grupo control para conocer las diferencias que pudieran existir entre ambos.
Algunos de los factores evaluados dentro de la encuesta fueron sueño, la calidad de vida y el dolor crónico comórbido, los cuales tienen injerencia directa en síntomas de depresión y ansiedad.
Posterior a la encuesta se dió la opción de dar seguimiento con el estudio, con lo cual se debía contestar una pequeña encuesta 3 meses después de la inicial.
“El consumo de cannabis medicinal se asoció con una menor depresión autoinformada, pero no con ansiedad, al inicio del estudio. Los consumidores de cannabis medicinal también informaron un sueño superior, una calidad de vida y menos dolor en promedio” afirma el autor al describir lo informado por los participantes en el estudio.
Sin embargo aunque inicialmente la Cannabis no denota mayor cambio en personas con ansiedad, en el segundo registro que se tuvo para darles seguimiento “se asoció con una disminución significativa de la ansiedad y los síntomas depresivos, un efecto que no se observó en los controles que nunca iniciaron el consumo de cannabis”.
El consumo de Cannabis puede reducir favorablemente síntomas depresivos y de ansiedad, mencionan los autores al concluir en que la relación encontrada debería tener una mayor atención y seguimiento para avalar con placebos los resultados obtenidos y poder dosificar el producto para ayudar a las personas que presentan dicho trastorno.
Esta nota parte de una investigación publicada en Frontiers in Psychiatry.