Podríamos estar equivocados acerca de cómo los niños entienden las mentes de los demás a una edad temprana

Los niños adquieren una “teoría de la mente” desde el preescolar, según la gran mayoría de los psicólogos. Desde temprana edad los niños, según experimentos, podrán comprender que otras personas son seres humanos con sus psicologías propias, deseos, creencias, etc.

Los experimentos que se han realizado para conocer el entendimiento de los niños sobre las creencias falsas en otras personas, se han hecho desde la década de 1980, en lo que se conoce como la prueba Sally-Anne.

Pondremos un ejemplo típico, un personaje (llamémosle Alan) introduce un chocolate en una caja de color azul. Después, sale de la habitación y entra su mamá. El niño observa cómo la madre saca el chocolate de Alan de la caja azul en la que la había depositado, y la introduce en una caja verde que se encuentra al lado. La mamá sale de la recámara y Alan ingresa de nuevo. Entonces le solicita al niño que observa que le diga qué caja abrirá Alan para encontrar su chocolate.

Durante años, este tipo de estudios y experimentos se ha realizado muchas veces, y en la evidencia se sugiere que el 90 por ciento de los niños de preescolar cree que Alan abrirá la caja azul. Los niños de esa edad parecen saber que Alan tiene una creencia basada en lo que ha visto, ya que nunca vio a su mamá cambiar el chocolate de caja.

Sin embargo surge una nueva incógnita. ¿Y si estos resultados han sido malinterpretados todo este tiempo? Los nuevos datos de 10 años de estudios de creencias falsas y verdaderas en Arizona, que se efectuaron entre 580 niños de 4 a 7 años desafían el paradigma que los psicólogos mantenían vigente desde hace tiempo.

Para sorpresa de los psicólogos, cuando agregaron una tercera caja roja al experimento, los resultados cambiaron considerablemente. Los investigadores demostraron que los niños de preescolar están divididos entre qué caja elegirá Alan, dividiendo su elección entre la caja roja o la caja azul, la mitad elige la roja y la mitad la caja azul.

“Cuando solo hay dos ubicaciones, los niños de 4 y 5 años pueden responder correctamente sin comprender realmente que Alan tiene una creencia falsa sobre la ubicación de la barra de chocolate”, explica el psicólogo William Fabricius de la Universidad Estatal de Arizona.

“Agregar una tercera ubicación da como resultado que adivinen la posibilidad entre las dos ubicaciones vacías”.

Los niños de preescolar, parecen comprender que Alan no sabe que el chocolate está en la caja verde dado a que no ha visto a su mamá ponerlo ahí. En lo que a ellos respecta, eso termina dejando la caja roja o la caja azul como la inevitable ‘elección equivocada’ de Alan.

Los investigadores han llamado a este pensamiento razonamiento de acceso perceptivo (PAR). Un niño comprende que ver los lleva a conocer,  no incorpora el recuerdo de Alan poniendo el chocolate en la caja azul en su respuesta.

“Cuando solo hay un lugar vacío (la caja azul), los niños responden correctamente por defecto”, explican los psicólogos.

“Cuando hay dos ubicaciones vacías (cajas azules y rojas), adivinan”.

Y el hecho de que los niños adivinen no equivale a una comprensión más profunda de lo que está sucediendo. No importa si Alan tiene una creencia falsa o verdadera, los nuevos experimentos están demostrando que los niños de 5 años están en un reto por comprender su proceso de pensamiento.

Un ejemplo es que cuando Alan sale de la recámara y su mamá no mueve el chocolate, los niños piensan que Alan buscará en el cuadro verde, no en el azul donde ha puesto el chocolate anteriormente.

“Los usuarios del razonamiento de acceso perceptivo tienen un concepto inmaduro de conocimiento vinculado a la situación actual, y aún no comprenden que las personas tienen recuerdos que persisten a través de la situación”, explica Fabricius.

“No comprenden que Alan podría recordar haber puesto la barra de chocolate en la caja azul. La evidencia de esta serie de experimentos es consistente en que los niños no comprenden la representación mental hasta que tienen 6 o 7 años”.

Los estudios de falsas creencias eran la base para la teoría de la mente, pero estos nuevos experimentos están comprobando que los estudios de antes solo pueden medir PAR.

A pesar de tener estas bases el el PAR, se deben reajustar expectativas de los niños, que se dice que demuestran capacidades y habilidades asociadas con una teoría de la mente.

Esto implica que la forma en la que hemos educado a los niños quizás no sea la más correcta, ya que es posible que el niño en realidad no comprenda por qué quitarle un juguete a otro niño lo hace llorar (ya que para esto tendría que ser capaz de percibir e interpretar las emociones del otro niño), lo que supondría tener que generar una nueva comunicación con ellos a la hora de educarlos. El patrón de evidencias ha planteado nuevas incógnitas importantes sobre cómo hemos estado interpretando uno de los más famosos experimentos de la psicología del desarrollo.

El estudio fue publicado en Monographs of the Society for Research in Child Development.

 

 

 

Brandon Córdova

Redactor de ciencia para Enséñame de Ciencia y comunicador científico en Somos Cosmos. Estudia Ingeniería Ambiental en la Universidad Privada del Norte (UPN).

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