Pirámide Maya surgió de la erupción de un volcán.
Los asentamientos mayas se extendieron principalmente en México, sin embargo su imperio llegaba a Centroamérica en los actuales países de Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador.
Fueron una civilización muy reconocida por su Arquitectura, Matemáticas, acercamientos a la Astronomía, escritura y su arte que fue por más de 2,000 años una civilización sumamente reconocida y avanzada intelectualmente.
Sin embargo por eventos naturales sus edificaciones más monumentales llegaban a ser abatidas y hasta la fecha se pensaba que después de un evento catastrófico era errado pensar en que fuera una zona habitable por mucho tiempo.
En un estudio dirigido por Ichikawa se demostró que sólo unas décadas después de una gran explosión volcánica fueron vueltas a levantar sus edificaciones utilizando nada más que piedras talladas por los mismos constructores de la civilización Maya y rocas expulsadas por el volcán, en este caso cabe destacar que este tipo de eventos pudieron haber dado lugar al significado que se le atribuye a los volcanes por la cultura Maya.
De acuerdo con la datación de la erupción, conocida como Tierra Blanca Joven, se piensa que esta pudo haber tenido lugar en el 539 d.C., gracias a técnicas que involucran la descomposición de isótopos de carbono radiactivo, que son bastante precisas y nos muestran fielmente el origen de la misma.
La pirámide ahí construida, denominada de Campana, presentaba unas medidas bastante modestas de casi 19 metros de altura por 80 de largo y 55 de ancho.
Es impresionante el modo en que los pobladores volvieron rápidamente habiendo ocurrido ya la erupción, ya que Ichikawa de acuerdo con la datación de varias rocas componentes de la pirámide logró fechar su construcción entre el año 545 y 570 d.C., por lo cual infiere que los pobladores del lugar pudieron haber incluso vuelto hasta en un lapso de tan sólo 5 años después de la erupción.
En el estudio se señala que la erupción fue lo bastante fuerte como para crear un descenso en la temperatura del hemisferio norte debido a que la ceniza que se emanó de la misma, evitando que los rayos del sol llegaran en gran proporción a ciertas regiones del norte, evitando así el calentamiento de la tierra y por ende de los vientos.
Una vez vuelta a poblar el área donde se encuentra la pirámide, se señala que por primera vez registrada se utilizó tefra volcánica como material de construcción con el cuál fue levantada la misma.
“Esa reconstrucción desempeñó importantes funciones religiosas, sociales y políticas en las respuestas humanas a la erupción” señala Ichikawa de manera concluyente, asumiendo una repoblación y reconstrucción casi inmediata y enfatizando cuán lejos puede llegar la resiliencia y adaptación en los seres humanos aún después de un evento catastrófico.
La información original fue publicada en la revista Antiquity.