La contaminación lumínica tendría impactos perjudiciales en las poblaciones de insectos
Parece que los astrónomos no son los únicos que sufren a causa de la luz artificial nocturna. En un nuevo estudio realizado por el Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido, se descubrió que la contaminación lumínica puede estar contribuyendo a la disminución de insectos, una situación preocupante observada en las últimas décadas.
Seguramente ha notado que los insectos tienen tendencia a sentirse atraídos por la luz y pensado que se les hace un ambiente amigable, nada más alejado de la verdad. Los investigadores estudiaron el impacto de la luz artificial en las poblaciones de insectos en los últimos años, revelando efectos sobre el comportamiento y el desarrollo a lo largo del ciclo de vida, donde las farolas LED ‘ecológicas’ son incluso más dañinas.
Existe una creciente evidencia de que algunas poblaciones de insectos terrestres han disminuido, siendo las polillas los más estudiados. Las polillas son funcionalmente importantes para los ecosistemas terrestres, incluyendo como polinizadores, presas de otras especies y los anfitriones de parasitoides. Estudios anteriores han registrado importantes descensos de población de insectos en algunas partes de Europa.
En la mayoría de las investigaciones anteriores sobre contaminación lumínica se han centrado en insectos adultos, en este nuevo estudio se evalúo los impactos de la iluminación nocturna en las orugas silvestres en el sur de Inglaterra. Las orugas al ser mucho menos móviles, permite a los investigadores obtener estimaciones más precisas de los impactos del alumbrado público en las poblaciones locales.
El experimento comparó comunidades en secciones iluminadas y no iluminadas en un diseño de pares emparejados en dos tipos de hábitats: setos y márgenes de hierba. El equipo de investigadores utilizó las polillas como grupo representativo de los insectos nocturnos en general y se centró en una etapa de vida relativamente sedentaria en orugas de polillas.
Douglas Boyes, quien dirigió el estudio, pasó más de 400 horas tomando muestras de orugas a lo largo de las carreteras en un total de 55 sitios iluminados y apagados durante los últimos tres años.
Los resultados indican que la abundancia de orugas de polilla en los setos iluminados con farolas LED era un 52% menor que en las zonas cercanas no iluminadas. Esto se compara con un 41% menos de abundancia en los setos iluminados con sodio.
“Al centrarse en una etapa de vida relativamente sedentaria, nuestros resultados proporcionan una fuerte evidencia de que el alumbrado público afecta negativamente la abundancia local de poblaciones de insectos silvestres”, escriben los autores del artículo.
Los investigadores sospechan que la diferencia en la abundancia de orugas puede deberse a que las polillas hembras ponen menos huevos en hábitats iluminados por farolas.
Se puede considerar a la contaminación lumínica artificial durante la noche como otro impulsor, además del cambio climático y uso de pesticidas, de la disminución de insectos, aunque se necesita más investigación para conocer el impacto con más claridad.
En los últimos años se han registrado varios estudios han registrado descensos importantes en la población de insectos y los efectos de este cambio aún se desconocen.
El estudio fue dirigido por Douglas Boyes de UKCEH dirigió, publicado en la revista Science Advances.